Buceo en los Esteros del Iberá
El ecosistema del Iberá tiene una superficie de 13.000 Km.2. Es una zona baja, húmeda, formada por esteros, lagunas, bañados, riachos y algunas zonas de tierra firme. Aprovechando un fin de semana largo salimos un grupo, con muchas ganas de bucear y divertirnos.
Hicimos 800 km. por ruta y 60 Km. por camino de tierra hasta llegar a una estancia muy cerca del río donde íbamos a bucear.
Algunos hicieron campamento y otros nos alojamos en cabañas a 200 m. del canal.
Esta zona es una de las de mayor biodiversidad del mundo: Chajás, gallitos de agua, cigueñas, garzas, carpinchos, nutrias, vizcahas,
guazunchos, aguaráguazú, boas curiyú y ñacaniñá, yacarés……. Muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción y para su protección se ha declarado zona de reserva natural.
En cuanto estuvimos instalados nos dividimos en dos grupos y comenzamos a preparar nuestros equipos. En un gomón de 4.30 m. con un motor de 40 HP. remontamos el canal que nos llevó hasta el Río Corriente. Luego de 15 minutos de navegación llegamos a la laguna Itatí. Desde la superficie el agua se veía oscura y poco tentadora. Nos tiramos a ver y cuando rompimos el espejo de. agua, se podía ver el fondo de arena. Había 8 m de visibilidad!!! Nos sumergimos y nos dejamos llevar por la corriente que nos transportaba. En el fondo de arena clara podíamos ver rayas de distinto tamaño, desde 5 o 6 cm. hasta 50 cm. de díametro, algunas marrones, otras rosadas, moteadas, posadas en el fondo. El buceo es poco profundo 8m. máximo, No hicimos más que dejarnos llevar por la corriente a lo largo del río, siguiendo sus meandros. Los peces de cara a la correntada, se movían sólo cuando descubrían nuestra presencia.
Vimos dorados, viejas del agua, bagres, surubíes enormes, loricarias, mojarritas..La temperatura del agua era de 16º. Usamos traje húmedo de 5 mm..
Cuando nuestros manómetros indicaban que sólo nos quedaba la reserva de aire subimos a la superficie donde nos esperaba el gomón que habia seguido nuestras burbujas a remo. Abordo! y de regreso a buscar al segundo grupo que que nos esperaba en el campamento.
Pasamos la tarde descansando acompañados del familiar ronroneo del compresor Bauer que cargaba los tanques para el día siguiente, rodeados de vacas ovejas y caballos de la estancia que no se intimidaron por tanto movimiento inusual.
A la noche el asado de rigor, con un corderito hecho por manos expertas de un buzo hambriento, estaba para chuparse los dedos!!
A la mañana nos despertamos con los sonidos del campo, a los que no estamos acostumbrados, el canto de los gallos madrugadores, el mugido de la vacas llamando a sus terneros.
Nos levantamos, y despues del desayuno comenzamos a preparar el equipo porque a mediodía , para mejor aprovechamiento de la luz, saldríamos a bucear.
En el segundo viaje por el canal y el río prestamos más atención a la naturaleza que nos rodeaba: vimos familias de chajás, garzas, teros, muchísimas aves que no sabemos identificar. Hay infinidad de plantas acuáticas como irupés, lentejas de agua, repollitos, camalotes, juncos.
Repetimos el buceo muy similar al anterior. Esta forma de bucear es muy divertida, planeando a media agua, sin siquiera aletear. En las dos márgenes del río hay algas inmensas que nacen en el fonto y llegan hasta la superfie. No es conveniente hacercarse a ellas para evitar enrriedos en nuestro equipo.
A la tarde hicimos una caminata por los alrededores en este sitio que es uno de los refugios sivestres mas importantes del mundo.
Hay posibilidad de hacer cabalgatas, paseos en canoa, en lancha, en 4 x 4. es una opción de ecoturismo en una región agreste que vale la pena conocer y preservar. Es en nuestro país, bastante cerca, muy buen buceo y a precios accesibles. Cuando volvemos?